Aprendí a amarte así, como eras.
Aprendí a respetar, casi religiosamente, cada detalle tuyo. Jamás quise cambiarte, jamás quise moverte.
Fui suave, muy suave contigo
Y tú, conmigo, fuiste suave también
Me amaste como era
Me respetaste como se respeta a Dios, me permitiste ser, y fuiste feliz siendo conmigo.
Nos amamos así, de la forma más pura y más dulce en la que puede amarse.
Y luego decidí dejarte. Y te fuiste. Y creciste, y cambiaste, y te moviste.
Ahora te miro en fotos y reconozco de ti esas partes que amé tanto. A las que no conocí, a esas las admiro.
Fue un placer escribir una historia contigo. Fue un acierto dejar de escribirla.
Ahora puedo abrir el libro, releerla, comentarla contigo, y mirar hacia otro lado, y amar al hombre al que ahora amo tanto.
¡Qué gusto coincidir! ¡Qué gusto separarnos! ¡Qué gusto reecontrarnos así!
Buena vida para ti :)
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